Chile despertó
- Human Rights Post
- 18 jun 2020
- 14 Min. de lectura
Actualizado: 24 jun 2020
Autor: Nicolás Morales Pizarro
English below
Português para baixo
.
Chile ha mostrado al mundo una conocida expresión de “en Chile eso no pasa” inferida por su estabilidad cultural, política y económica. Sin embargo, en chile esta expresión está relacionada con algunos sectores de la población, probablemente con mayores subsidios y oportunidades financieras donde son ajenos a las desigualdades sociales de un Chile en el que “Si pasan cosas”.
Pasaban cosas en una sociedad asintomática ante los abusos del sistema económico y político, el cual aflojó la dignidad de las personas. Una sociedad con síntomas de Estallido, luego de conocer que somos unos de los países más desiguales, donde el 1% más adinerado del país se quedó con el 26,5% de la riqueza en 2017 según reveló la última edición del informe Panorama Social de América Latina elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Un país donde el sueldo mínimo es de $301.000 (US$423), y solo el 50% de la población administra un sueldo igual o inferior a $400.000 (US$562) al mes. Donde la clase media está precarizada, endeudada y explotada; Adultos mayores invisibles ante la sociedad con pensiones miserables, colusión entre farmacias con alzas en precios de hasta un %1000, corrupción institucional, policial, eclesiástica y política; la explotación y privatización de recursos naturales, la incapacidad de levantar una educación pública gratis y de calidad en 30 años y tanto más... la lista sigue y el síntoma avanzó convirtiendo el alza del pasaje en un sentimientos de una sociedad disconforme y abusada, donde el dinero tuvo mayor valor que el ser humano, que la solidaridad y la justicia. “Las personas nos cansamos, despertamos” es la consigna que se escucha en las calles, en medios no oficiales, en amigos, amigas y colegas.
¿Cómo comenzó este estallido social?
Las jornadas de manifestación social comenzaron en la región metropolitana, específicamente en las estaciones de metro, y luego se propagaron por las todas las comunas. Durante las mismas se sumaron todas las regiones del país. Destaco el popular dicho de la idiosincrasia Chilena “Santiago no es Chile” donde cada cuidad del largo país despertaba de un chile desigual pronunciando las demandas que afectan a cada ciudadano. Hoy todo el país se moviliza como si fuese una gran región independiente en busca de respuestas y democracia.
La juventud tuvo valentía de decir “ya no queremos más abusos... Evasión” junto a la consigna “Evadir, no pagar, otra forma de luchar”, que tuvo la fortaleza de convocar a una ciudadanía unida, fraterna y solidaria, sin color político, género u etnia. Del cual hoy por hoy es un grupo de personas que tienen un fin en común con características semejantes: el menosprecio de un modelo constitucional que no resguardó los derechos fundamentales de la población, acompañado por las voces de grupos sociales que han sufrido el perverso abuso político y económico de las AFPs, Isapres, deudas educacionales, privatización recursos naturales, expropiaciones de tierras indígenas, ley de pesca, acuerdo del TTP11 y tanto más.
Por otro lado, la naturalidad de la convocatoria tiene componentes importantes de un tejido social asociado a las demandas de un Chile que se percibía individualista e indiferente. Este tejido social nos reúne con eso que tenemos en común a quienes pertenecemos a un Chile enfermo y enérgico de justicia, que nos une e identifica, nos hace ser lo que somos en solidaridad, respeto y protección. Además, destaco la organización comunitaria, ya que sabemos que podemos contar con nuestra vecindad, amistades, familia y hasta con personas desconocidas. Así mismo, las redes sociales marcan un precedente ante lo mencionado, donde la inmediatez ante la urgencia social ha sido el medio oportuno para la organización.
Violaciones a los DDHH ( Derechos Humanos)
No puedo evitar sentirme angustiado al referirme a las violaciones de derechos humanos. He leído y escuchado relatos de la cruda dictadura chilena, del cual muchas personas somos víctimas de esa secuela social, y hoy hemos retrocedimos nuestros relojes 46 años. No puedo creer que tengamos a la fuerza policial y militar en las calles, donde en cada hogar se infunda el temor del desabastecimiento, guardando agua, comprando víveres y cuidando a su gente por miedo a que desaparezcan y/o los maten.
La percepción de muchas personas las cuales he conversado es: “volvimos al 73”, “Estamos en dictadura”, “No olvides tu carnet de identidad y siempre avisa donde estás”, “Ya viene lo peor con los milicos en las calles... nos van a desaparecer”, entre muchas otras. Sin embargo, devela la herida histórica marcada por las mayores violaciones a los Derechos Humanos, donde el sentimiento de esperanza de los “Tiempos mejores” (frase populista de S. Piñera) y el “Oasis de América Latina” fueron arrebatadas en horas.
América Latina tiene marcas imborrables de opresión, violencia, miedo y represión, las cuales están siendo revividas de forma sistemática. Hoy Chile, vive en democracia la “pseudo dictadura”, marcada por el mercado, las alzas y la segregación. Una democracia con estado de emergencia y toque de queda, con violencia y brutalidad policial/militar atentando contra los derechos humanos de cada persona. Donde medios de comunicación oficiales han manipulado y censurado información provocando pánico en la sociedad. En paralelo, tenemos al presidente que ha promovido la amenaza política y el miedo en la sociedad chilena aplicando la ley de seguridad de estado. A través de lo cual, la sociedad y las personas están percibiendo psicosocialmente la amenaza y el miedo según la experiencia empírica e histórica.
Hoy se denuncian graves violaciones a los derechos humanos, según Jaime Bassa, abogado
constitucionalista: “Lo que estamos viendo hoy en las calles es violencia estatal de facto”, explicó ante la Comisión de Derechos Humanos del Senado. Sumado a restricciones de libertad, de prensa, opinión y manifestación pacífica. Personas han sufrido detenciones arbitrarias en las calles y desde sus hogares, las cuales no tienen habilitación por ley, actuando como si estuviésemos en Estado de Sitio, que se asemeja a la situación de guerra, en donde se otorgan facultades extraordinarias a las fuerzas de seguridad para la represión. Más grave aún, según el último reporte por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), desde el 17 de octubre de 2019 hasta el 01 de Noviembre del mismo año a las 22hrs se registraron 179 acciones judiciales, 4.316 personas detenidas, 1.574 Heridas en hospitales. Por otro lado la Fiscalía informa 23 muertos hasta la fecha. También se informó mediante organismos internacionales, como Amnistía Internacional, cientos de denuncias por violaciones a los derechos humanos de uso excesivo de la fuerza, la tortura, allanamientos ilegales y violencia sexual.
Dentro de las protestas, escucho la voz impotente de un joven gritando: “Nos están matando, nos disparan sin motivo, nos quieren hacer callar desapareciéndonos como hace 46 años atrás”- alude a la dictadura militar- o más crudo, contener a un niño diciendo: “mi mamá me tenía escondido en la pieza (habitación) cuando sonaban los fuegos artificiales que tiraban los militares, ella me decía que me quedara escondido debajo de la cama”-niño de 6 año, cursa 1°basico, escuela pública-. A pesar de esto, el gobierno no cede ante las demandas sociales y las soluciones de cambios estructurales necesarios para eliminar la brecha social y desigual del pueblo chileno.
Aun así, en cada manifestación, cartel, pancarta y gritos puedes ver y escuchar “Ya NO tenemos miedo, Chile Despertó”. ¡y, Si! despertó solicitando soluciones reparatorias, de paz y justicia restauradora para una sociedad que sufrió el peor síntoma de la desigualdad chilena.
ENGLISH
Chile has shown the world a well-known expression of "in Chile that does not happen" inferred by its cultural, political and economic stability. However, in Chile this expression is related to some sectors of the population, probably with higher subsidies and
financial opportunities where they are oblivious to the social inequalities of a Chile in which “If things happen”.
Things were happening in an asymptomatic society before the abuses of the economic and political system, which loosened the dignity of the people. A society with symptoms of Bursting, after knowing that we are one of the most unequal countries, where the wealthiest 1% of the country kept 26.5% of the wealth in 2017 as revealed in the latest edition of the Social Panorama report of Latin America prepared by the Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC).
A country where the minimum salary is $ 301,000 (US $ 423), and only 50% of the population administers a salary equal to or less than $ 400,000 (US $ 562) per month. Where the middle class is precarious, indebted and exploited; Older adults invisible to society with miserable pensions, collusion between pharmacies with price increases of up to 1000%, institutional, police, ecclesiastical and political corruption; the exploitation and privatization of natural resources, the inability to raise a free and quality public education in 30 years and so much more ... the list goes on and the symptom went on turning the rise of the passage into a feeling of a dissatisfied and abused society, where money had greater value than human beings, than solidarity and justice. "People get tired, we wake up" is the slogan that is heard in the streets, in unofficial media, in friends, friends and colleagues.
How did this social outbreak start?
The days of social demonstration began in the metropolitan region, specifically in the metro stations, and then spread throughout the communes. During them all regions of the country were added. I highlight the popular saying of the Chilean idiosyncrasy "Santiago is not Chile" where each city in the long country woke up from an unequal chile pronouncing the demands that affect each citizen. Today the whole country is mobilizing as if it were a large independent region in search of answers and democracy.
The youth had the courage to say "we don't want any more abuses ... Evasion" along with the slogan "Evade, not pay, another way to fight", which had the strength to summon a united, fraternal and solidary, colorless citizenry politician, gender or ethnicity. Of which today is a group of people who have a common goal with similar characteristics: the contempt of a constitutional model that did not protect the fundamental rights of the population, accompanied by the voices of social groups that have suffered perverse political abuse. and economic of the AFPs, Isapres, educational debts, privatization of natural resources, expropriations of indigenous lands, fishing law, TTP11 agreement and so much more.
On the other hand, the naturalness of the call has important components of a social fabric associated with the demands of a Chile that was perceived as individualistic and indifferent. This social fabric brings us together with what we have in common with those who belong to a sick and energetic Chile of justice, which unites and identifies us, makes us what we are in solidarity, respect and protection. In addition, I highlight community organization, since we know that we can count on our neighborhood, friends, family and even unknown people. Likewise, social networks set a precedent for the aforementioned, where immediacy in the face of social urgency has been the appropriate means for the organization.
Human rights violations
I cannot help but feel distressed when I refer to human rights violations. I have read and listened to stories of the crude Chilean dictatorship, of which many people are victims of that social aftereffect, and today we have turned our clocks back 46 years. I cannot believe that we have the police and military force on the streets, where in every home the fear of shortages is instilled, saving water, buying food and caring for its people for fear that they will disappear and / or kill them.
The perception of many people whom I have talked to is: "we returned to 73", "We are in dictatorship", "Do not forget your identity card and always warn where you are", "The worst is coming with the soldiers in the streets .. they are going to disappear us ”, among many others. However, it reveals the historical wound marked by the greatest violations of Human Rights, where the feeling of hope of the “Better Times” (populist phrase by S. Piñera) and the “Oasis of Latin America” were snatched away within hours.
Latin America has indelible marks of oppression, violence, fear and repression, which are being systematically revived. Today Chile lives in democracy the "pseudo dictatorship", marked by the market, increases and segregation. A democracy with a state of emergency and a curfew, with violence and police / military brutality infringing on the human rights of each person. Where official media have manipulated and censored information causing panic in society. In parallel, we have the president who has promoted political threat and fear in Chilean society by applying the state security law. Through which society and people are psychosocially perceiving threat and fear according to empirical and historical experience.
Today serious human rights violations are denounced, according to Jaime Bassa, a lawyer
Constitutionalist: "What we are seeing today in the streets is de facto state violence," he explained to the Senate Human Rights Commission. In addition to restrictions on freedom, the press, opinion and peaceful demonstration. People have suffered arbitrary arrests on the streets and from their homes, which are not authorized by law, acting as if we were in a state of siege, which is similar to the war situation, where extraordinary powers are granted to the security forces. for repression. Even more serious, according to the latest report by the National Institute of Human Rights (NHRI), from October 17, 2019 until November 01 of the same year at 22hrs, there were 179 legal actions, 4,316 people arrested, 1,574 injuries in hospitals. On the other hand, the Prosecutor's Office reports 23 deaths to date. Hundreds of complaints of human rights violations involving the excessive use of force, torture, illegal raids and sexual violence were also reported through international organizations, such as Amnesty International.
Within the protests, I hear the impotent voice of a young man shouting: "They are killing us, they shoot us for no reason, they want to silence us, disappearing like 46 years ago" - alludes to the military dictatorship - or more crudely, containing a child saying: "my mom had me hidden in the room when the fireworks were fired by the military, she told me to stay hidden under the bed" -6-year-old boy, attending 1st grade, public school- . Despite this, the government does not give in to the social demands and solutions of structural changes necessary to eliminate the social and unequal gap of the Chilean people.
Even so, in each demonstration, poster, banner and screams you can see and hear "We are NO longer afraid, Chile Awakened." what if! He woke up asking for remedial solutions, peace and restorative justice for a society that suffered the worst symptom of Chilean inequality.
Portugués
O Chile mostrou ao mundo uma expressão bem conhecida de "no Chile que não acontece", inferida por sua estabilidade cultural, política e econômica. No entanto, no Chile essa expressão está relacionada a alguns setores da população, provavelmente com maiores subsídios e
oportunidades financeiras em que não se dão conta das desigualdades sociais de um Chile em que "se as coisas acontecerem".
As coisas estavam acontecendo em uma sociedade assintomática antes dos abusos do sistema econômico e político, que afrouxavam a dignidade do povo. Uma sociedade com sintomas de Bursting, depois de saber que somos um dos países mais desiguais, onde o 1% mais rico do país manteve 26,5% da riqueza em 2017, conforme revelado na última edição do Social Panorama report of América Latina preparada pela Comissão Econômica para a América Latina e o Caribe (CEPAL).
Um país em que o salário mínimo é de US $ 301.000 (US $ 423) e apenas 50% da população administra um salário igual ou inferior a US $ 400.000 (US $ 562) por mês. Onde a classe média é precária, endividada e explorada; Idosos invisíveis à sociedade com pensões miseráveis, conluio entre farmácias com aumentos de preços de até 1000%, corrupção institucional, policial, eclesiástica e política; a exploração e privatização dos recursos naturais, a incapacidade de criar uma educação pública gratuita e de qualidade em 30 anos e muito mais ... a lista continua e o sintoma continua transformando a ascensão da passagem em um sentimento de sociedade insatisfeita e abusada, onde o dinheiro tinha maior valor que os seres humanos, que solidariedade e justiça. "As pessoas se cansam, nós acordamos" é o slogan que é ouvido nas ruas, na mídia não oficial, em amigos, amigos e colegas.
Como começou esse surto social?
Os dias de demonstração social começaram na região metropolitana, especificamente nas estações de metrô, e depois se espalharam pelas comunas. Durante eles, todas as regiões do país foram adicionadas. Destaco o ditado popular da idiossincrasia chilena "Santiago não é o Chile", onde cada cidade no longo país acorda de um Chile desigual que pronuncia as demandas que afetam cada cidadão. Hoje todo o país está se mobilizando como se fosse uma grande região independente em busca de respostas e democracia.
Os jovens tiveram a coragem de dizer "não queremos mais abusos ... Evasão", juntamente com o slogan "Evitar, não pagar, outra maneira de lutar", que teve força para convocar cidadãos unidos, fraternos e solidários, incolores político, gênero ou etnia. Do qual hoje existe um grupo de pessoas que têm um objetivo comum com características semelhantes: o desprezo de um modelo constitucional que não protegia os direitos fundamentais da população, acompanhado pelas vozes de grupos sociais que sofreram abusos políticos perversos. e econômico das AFPs, Isapres, dívidas educacionais, privatização de recursos naturais, desapropriações de terras indígenas, lei de pesca, acordo TTP11 e muito mais.
Por outro lado, a naturalidade da chamada possui componentes importantes de um tecido social associado às demandas de um Chile que foi percebido como individualista e indiferente. Esse tecido social nos une com o que temos em comum com aqueles de nós que pertencem a um Chile de justiça doente e energético, que nos une e nos identifica, nos torna o que somos em solidariedade, respeito e proteção. Além disso, destaquei a organização da comunidade, pois sabemos que podemos contar com nosso bairro, amigos, familiares e até pessoas desconhecidas. Da mesma forma, as redes sociais estabelecem um precedente para o mencionado, onde o imediatismo diante da urgência social tem sido o meio adequado para a organização.
Violações de direitos humanos (direitos humanos)
Não posso deixar de me sentir angustiado quando me refiro a violações dos direitos humanos. Li e ouvi relatos da ditadura grosseira do Chile, da qual muitas pessoas são vítimas desse efeito social posterior, e hoje voltamos os relógios para 46 anos. Não posso acreditar que temos a força policial e militar nas ruas, onde em todas as casas o medo da escassez é instilado, economizando água, comprando comida e cuidando de seu povo, com medo de que eles desapareçam e / ou os matem.
A percepção de muitas pessoas com quem conversei é: "voltamos aos 73", "estamos na ditadura", "não esqueça sua carteira de identidade e sempre avise onde está", "o pior está chegando com os soldados nas ruas." eles vão nos desaparecer ”, entre muitos outros. No entanto, revela a ferida histórica marcada pelas maiores violações dos direitos humanos, onde o sentimento de esperança do “Better Times” (frase populista de S. Piñera) e do “oásis da América Latina” foi arrebatado em poucas horas.
A América Latina tem marcas indeléveis de opressão, violência, medo e repressão, que estão sendo sistematicamente revividas. Hoje o Chile vive em democracia a “pseudo-ditadura”, marcada pelo mercado, pelos aumentos e pela segregação. Uma democracia com estado de emergência e toque de recolher, com violência e brutalidade policial / militar violando os direitos humanos de cada pessoa. Onde a mídia oficial manipulou e censurou informações causando pânico na sociedade. Paralelamente, temos o presidente que promoveu ameaças e temores políticos na sociedade chilena, aplicando a lei de segurança do estado. Por meio do qual a sociedade e as pessoas percebem psicossocialmente a ameaça e o medo de acordo com a experiência empírica e histórica.
Hoje, graves violações de direitos humanos são denunciadas, segundo Jaime Bassa, advogado
Constitucionalista: "O que estamos vendo hoje nas ruas é de fato uma violência estatal", explicou ele à Comissão de Direitos Humanos do Senado. Além de restrições à liberdade, imprensa, opinião e manifestação pacífica. As pessoas sofreram prisões arbitrárias nas ruas e em suas casas, que não são autorizadas por lei, agindo como se estivéssemos em estado de sítio, semelhante à situação de guerra, onde poderes extraordinários são concedidos às forças de segurança. para repressão. Ainda mais grave, de acordo com o último relatório do Instituto Nacional de Direitos Humanos (NHRI), de 17 de outubro de 2019 a 01 de novembro do mesmo ano às 22:00, houve 179 ações legais, 4.316 pessoas presas, 1.574 feridos em hospitais. Por outro lado, o Ministério Público registra 23 mortes até o momento. Centenas de denúncias de violações de direitos humanos envolvendo uso excessivo da força, tortura, ataques ilegais e violência sexual também foram relatadas por organizações internacionais, como a Anistia Internacional.
Dentro dos protestos, ouço a voz impotente de um jovem gritando: "Eles estão nos matando, nos matam sem motivo, querem nos silenciar, desaparecendo há 46 anos" - alude à ditadura militar - ou, mais grosseiramente, contendo uma criança dizendo: "minha mãe me escondeu no quarto quando soaram os fogos de artifício que os militares dispararam, ela me disse para ficar escondido debaixo da cama" - menino de 6 anos, está na 1ª série, escola pública - . Apesar disso, o governo não cede às demandas sociais e soluções de mudanças estruturais necessárias para eliminar a brecha social e desigual do povo chileno.
Mesmo assim, em cada demonstração, cartaz, faixa e gritos você pode ver e ouvir "Não temos mais medo, o Chile despertou". e sim! Acordei pedindo soluções corretivas, paz e justiça restaurativa para uma sociedade que sofria o pior sintoma da desigualdade chilena.
Comments