La pandemia, “Black Lives Matter” y su significado más allá de la brutalidad policial “
- Human Rights Post
- 20 jul 2020
- 14 Min. de lectura
Actualizado: 22 jul 2020
La pandemia esta chocando contra nuestra historia. El hecho de ser una población excluida no es consecuencia de factores recientes. Las brechas que nos dividen han existido en nuestras sociedades por siglos y son las mismas que no han sido trabajadas verdaderamente por los gobiernos de turno durante todos estos años
Por: Diana Mandros
El 2020 esta convirtiéndose en un año sin precedentes para la humanidad. Una pandemia mundial, confinamiento social, el resurgimiento de previas epidemias, la caída económica generalizada, guerras que no se detienen, violencia, marchas por distintas ciudades del globo y la incertidumbre que vivimos sobre un futuro que no podemos controlar, todo sucediendo a la vez. El movimiento “Black Lives Matter” generó marchas masivas sobre las que el mundo ha hablado. Esto se dio debido a un caso de brutalidad policial, que se hizo viral por las redes sociales: George Floyd, un hombre afroamericano de la ciudad de Minneapolis fue asfixiado y asesinado por cuatro policías. El caso genero marchas, no solo en Estados Unidos, sino por varias ciudades del mundo, unificando así a la comunidad bajo el lema “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan). Sin embargo, en el contexto actual, la brutalidad policial no es lo único que están exigiendo y reclamando las organizaciones y lideres comunitarios afro. Si bien muchos de los sucesos mencionados tienen un impacto en la humanidad a nivel colectivo, algo que se replica es la situación vulnerable de sus poblaciones afrodescendientes y la fragilidad del continente africano frente al COVID-19.
El color de Piel, Segundo factor
Mientras la pandemia se cobra más y más vidas, y su presencia se intensifica en el mundo, el color de piel parece ser el segundo factor que condiciona la vulnerabilidad frente a la pandemia. En EEUU, por ejemplo, los afroamericanos tienen 61.6 muertes sobre 100,000 habitantes por COVID-19 en contraste con las 26.2 muertes sobre 100 000 habitantes de la población blanca. En Brasil, la situación es similar: los mestizos y mulatos tienen 1.5 veces más probabilidades de morir de COVID-19 que una persona blanca, mientras la población negra tiene 2.8 más probabilidades. Pero… ¿Por qué sucede esto? Uno de los principales factores que podemos mencionar son los trabajos que desempeñan, en su mayoría trabajos esenciales: limpieza, transporte, mensajería, trabajadores del hogar y, en el caso de muchas mujeres afrodescendientes en los Estados Unidos, la enfermería. Ser trabajadores esenciales ha significado estar en primera línea, siempre expuestos a la enfermedad y, en caso de ser portadores, muchos han llevado el virus a los lugares en donde viven. Siendo esto último un peligro, dada la incidencia de enfermedades del sistema circulatorio, diabetes, anemia, obesidad, entre otras en la población afro en Latino América, el Caribe y los Estados Unidos. Enfermedades que aumentan el riesgo de mortalidad frente a la pandemia. Tan solo en el Perú, los afrodescendientes presentan un 7% más enfermedades crónicas que el promedio nacional. Y en el caso de Brasil, tienen 20% más probabilidades de tener síntomas respiratorios graves. Esto no se debe a genética, sino que deriva de décadas de disparidades sanitarias. La discriminación dentro de los hospitales, la poca asistencia a chequeos y atención medica, sumado a la falta de seguros de salud, han generado esta realidad.
Otro gran problema, es que en Latino América, el Caribe y África, la población afrodescendiente y africana habita mayoritariamente en territorios con precaria o nula infraestructura de servicios de salud, corriendo el peligro de contraer la enfermedad sin poder conseguir tratamiento o atención medica. Sin centros de salud, muchos privados del servicio de agua en sus localidades, viviendo del día a día debido a su situación económica, no teniendo la posibilidad real de resguardarse de un enemigo que nos acecha. Todo indica que sin políticas e intervenciones impulsadas por el gobierno, reconociendo el verdadero impacto que la pandemia esta teniendo sobre la población afro, la comunidad no podrá hacerle frente al COVID-19 de la misma manera que otros ciudadanos. Lamentablemente, en los países latinos y del caribe existe una ausencia de estimaciones de muertos por etnia y género, lo que hace cuestionarse sobre si los gobiernos están tomando verdaderas medidas en el actual estado de emergencia, pensadas para acortar las desventajas presentes en la población afro. Y aunque en distintos países, las organizaciones afro presentes han implementado su propio sistema de monitoreo y control de la salud, como es el caso de Honduras y Colombia, las acciones de los gobiernos deben sumarse para hacer estás medidas más efectivas.
África, lo que sucede y lo que podría suceder
La expansión del COVID-19 en el continente africano no se ha dado como muchos expertos predecían. El Dr. Humphrey Karamagi, líder del equipo de datos, análisis y conocimiento de la OMS África, cree que existen algunos factores que están evitando que la transmisión sea tan alta como se esperaba. El movimiento relativo de la población en el continente, gran parte de la misma viviendo en zonas rurales, redes viales dispersas, podría ser lo que este generando que el virus tenga pocas oportunidades para viajar de persona a persona, además de la edad promedio en el continente y la ausencia de enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad. Sin embargo, hay muchos otros factores que pueden hacer que, incluso con una pequeña cantidad de contagios, el sistema de salud de los países africanos colapse. La principal razón es, definitivamente, la precariedad del mismo sistema. Sin suministros médicos, debido al cierre de las fronteras, sin suficientes pruebas para detectar el COVID-19 y con pocos profesionales de la salud, ¿Cómo países como Etiopía, Uganda o Camerún pueden competir contra EEUU o Canadá a la hora de la compra de ventiladores y medicamentos siendo estos escasos? Además, algo que se ha sumado en contra del continente es el resiente surgimiento de epidemias previamente controladas por la ausencia de vacunas, causado por el cierre de fronteras alrededor del mundo. El ébola atacó nuevamente al Congo. El sarampión, cólera y la difteria, enfermedades previamente controladas, están amenazando al continente una vez más y, sumado a la pandemia, podría colapsar los hospitales. Incluso Sudáfrica, siendo uno de los países más avanzados en la región, y a pesar de que fue el primer país del continente en cerrar sus fronteras, ahora es el quinto en el mundo con más contagios, 350 000 personas. Ahora los hospitales del país de Nelson Mandela se ven forzados a seleccionar a quién admitir y quién no debido a la falta de camas. El Dr. John Nkengasong, Director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de África, le dijo a CNN: “Todavía no sabemos cuál será la intensidad de la propagación de este virus. Si bien parece que ya hemos vivido con él durante cinco años, solo hemos vivido con él durante unos cinco meses. Todavía hay mucho que aprender cómo continente ".
Luego de la Pandemia
Sin lugar a dudas la comunidad afro se enfrenta en estos momentos a grandes desafíos. La pandemia no solo traerá muerte, sino que también empujará a una situación de extrema pobreza a 70-100 millones de personas aproximadamente. Esto aumentará los niveles de desempleo y la exclusión sistemática del sistema educativo a un número aún no calculado de niñas, niños y adolescentes, siendo actualmente las personas afro las más el excluidas de este sistema en varios países del mundo. Las preocupaciones recaen ahora en estos temas y el acceso que se tendrá como población a la vacuna al momento en que se encuentre la cura, especialmente por la historia dolorosa de racismo médico que se ha vivido. Sin la intervención de medidas a mediano y largo plazo de asociaciones civiles, los gobiernos y organizaciones internacionales , el COVID-19 profundizara las desigualdades sociales y aumentara la exclusión de la comunidad.
"Las vidas negras importan” finalmente se convierte en un grito para que la comunidad deje ser invisibilizada en el mundo.
English:
The pandemic, "Black Lives Matter" and its meaning beyond police brutality "
The pandemic is colliding with our history. The fact of being an excluded population is not a consequence of recent factors. The gaps that divide us have existed in our societies for centuries and are the same that have not been truly worked by the governments in power during all these years
By: Diana Mandros
2020 is turning into an unprecedented year for humanity. A global pandemic, social confinement, the resurgence of previous epidemics, the generalized economic fall, wars that do not stop, violence, marches through different cities of the globe and the uncertainty that we live about a future that we cannot control, all happening at the same time . The Black Lives Matter movement sparked massive marches that the world has spoken about. This was due to a case of police brutality, which went viral on social media: George Floyd, an African-American man from the city of Minneapolis, was suffocated and killed by four policemen. The case sparked marches, not only in the United States, but in several cities around the world, thus unifying the community under the motto "Black Lives Matter" (Black lives matter). However, in the current context, police brutality is not the only thing that Afro community organizations and leaders are demanding and claiming. Although many of the aforementioned events have an impact on humanity at the collective level, something that is replicated is the vulnerable situation of its Afro-descendant populations and the fragility of the African continent in the face of COVID-19.
Skin color, second factor
As the pandemic claims more and more lives, and its presence intensifies in the world, skin color seems to be the second factor that determines vulnerability to the pandemic. In the US, for example, African Americans have 61.6 deaths out of 100,000 inhabitants from COVID-19 in contrast to 26.2 deaths out of 100,000 inhabitants of the white population. In Brazil, the situation is similar: mestizos and mulatos are 1.5 times more likely to die of COVID-19 than a white person, while the black population is 2.8 more likely. But why does this happen? One of the main factors that we can mention are the jobs they perform, mostly essential jobs: cleaning, transportation, messaging, domestic workers and, in the case of many Afro-descendant women in the United States, nursing. Being essential workers has meant being on the front line, always exposed to the disease and, in case of being carriers, many have brought the virus to the places where they live. The latter being a danger, given the incidence of diseases of the circulatory system, diabetes, anemia, obesity, among others, in the Afro population in Latin America, the Caribbean and the United States. Diseases that increase the risk of mortality from the pandemic. In Peru alone, people of African descent have 7% more chronic diseases than the national average. And in the case of Brazil, they are 20% more likely to have severe respiratory symptoms. This is not due to genetics, but stems from decades of health disparities. Discrimination within hospitals, poor attendance at check-ups and medical care, added to the lack of health insurance, have generated this reality.
Another big problem is that in Latin America, the Caribbean and Africa, the Afro-descendant and African population lives mostly in territories with poor or no health services infrastructure, running the risk of contracting the disease without being able to get treatment or medical attention. Without health centers, many are deprived of water service in their localities, living from day to day due to their economic situation, not having the real possibility of protecting themselves from an enemy that haunts us. Everything indicates that without policies and interventions promoted by the government, recognizing the true impact that the pandemic is having on the Afro population, the community will not be able to face COVID-19 in the same way as other citizens. Unfortunately, in Latin American and Caribbean countries there is an absence of estimates of deaths by ethnicity and gender, which raises questions about whether governments are taking real measures in the current state of emergency, designed to shorten the disadvantages present in the Afro population . And although in different countries, the Afro-present organizations have implemented their own health monitoring and control system, as is the case of Honduras and Colombia, the actions of governments must be combined to make these measures more effective.
Africa, what happens and what could happen
The expansion of COVID-19 on the African continent has not occurred as many experts predicted. Dr. Humphrey Karamagi, leader of the WHO Africa data, analysis and knowledge team, believes that there are some factors that are preventing transmission from being as high as expected. The relative movement of the population on the continent, much of it living in rural areas, dispersed road networks, could be causing the virus to have few opportunities to travel from person to person, in addition to the average age in the continent and the absence of diseases such as diabetes, hypertension and obesity. However, there are many other factors that can cause, even with a small number of infections, the health system of African countries to collapse. The main reason is definitely the precariousness of the system itself. Without medical supplies, due to the closure of the borders, without enough tests to detect COVID-19 and with few health professionals, how countries like Ethiopia, Uganda or Cameroon can compete against the USA or Canada when buying fans and medications being these scarce? In addition, something that has joined against the continent is the recent emergence of epidemics previously controlled by the absence of vaccines, caused by the closure of borders around the world. Ebola again attacked the Congo. Measles, cholera and diphtheria, previously controlled diseases, are threatening the continent once again and, added to the pandemic, could collapse hospitals. Even South Africa, being one of the most advanced countries in the region, and despite being the first country on the continent to close its borders, is now the fifth in the world with the most infections, 350,000 people. Now Nelson Mandela's country hospitals are forced to select who to admit and who not to because of the lack of beds. Dr. John Nkengasong, Director of the Centers for Disease Control and Prevention (CDC) in Africa, told CNN: “We still don't know what the intensity of the spread of this virus will be. While it looks like we've already lived with him for five years, we've only lived with him for about five months. There is still much to learn as a continent. "
After the Pandemic
Undoubtedly, the Afro community is currently facing great challenges. The pandemic will not only bring death, but will also push approximately 70-100 million people into extreme poverty. This will increase unemployment levels and the systematic exclusion of the educational system to an as yet uncalculated number of girls, boys and adolescents, with Afro people currently being the most excluded from this system in various countries of the world. Concerns now fall on these issues and the access that the population will have to the vaccine at the time the cure is found, especially due to the painful history of medical racism that has been lived. Without the intervention of medium and long-term measures by civil associations, governments and international organizations, COVID-19 will deepen social inequalities and increase exclusion from the community.
"Black lives matter" finally becomes a cry for the community to be invisible in the world.
Portugues:
A pandemia, "Black Lives Matter" e seu significado além da brutalidade policial "
A pandemia está colidindo com a nossa história. O fato de ser uma população excluída não é consequência de fatores recentes. As lacunas que nos dividem existem em nossas sociedades há séculos e são as mesmas que não foram realmente trabalhadas pelos governos no poder durante todos esses anos.
Por: Diana Mandros
2020 está se transformando em um ano sem precedentes para a humanidade. Uma pandemia global, confinamento social, o ressurgimento de epidemias anteriores, a queda econômica generalizada, guerras que não param, violência, marcham por diferentes cidades do mundo e a incerteza de que vivemos sobre um futuro que não podemos controlar, tudo acontecendo em o mesmo tempo . O movimento Black Lives Matter provocou marchas massivas sobre as quais o mundo falou. Isso ocorreu devido a um caso de brutalidade policial, que se tornou viral nas mídias sociais: George Floyd, um afro-americano da cidade de Minneapolis, foi sufocado e morto por quatro policiais. O caso provocou marchas, não apenas nos Estados Unidos, mas em várias cidades do mundo, unificando a comunidade sob o lema "Black Lives Matter" (vidas negras são importantes). No entanto, no contexto atual, a brutalidade policial não é a única coisa que as organizações e líderes da comunidade afro estão exigindo e reivindicando. Embora muitos dos eventos mencionados tenham impacto sobre a humanidade no nível coletivo, algo que é replicado é a situação vulnerável de suas populações afrodescendentes e a fragilidade do continente africano em face do COVID-19.
Cor da pele, segundo fator
À medida que a pandemia reivindica cada vez mais vidas, e sua presença se intensifica no mundo, a cor da pele parece ser o segundo fator que determina a vulnerabilidade à pandemia. Nos EUA, por exemplo, os afro-americanos têm 61,6 mortes em 100.000 habitantes do COVID-19, em contraste com 26,2 mortes em 100.000 habitantes da população branca. No Brasil, a situação é semelhante: mestiços e mulatos têm 1,5 vezes mais chances de morrer de COVID-19 do que uma pessoa branca, enquanto a população negra é 2,8 vezes mais provável. Mas por que isso acontece? Um dos principais fatores que podemos mencionar são os trabalhos que realizam, principalmente trabalhos essenciais: limpeza, transporte, troca de mensagens, empregadas domésticas e, no caso de muitas mulheres afrodescendentes nos Estados Unidos, enfermagem. Ser trabalhador essencial significa estar na linha de frente, sempre exposto à doença e, no caso de ser portador, muitos trouxeram o vírus para os locais onde moram. Sendo este um perigo, dada a incidência de doenças do sistema circulatório, diabetes, anemia, obesidade, entre outras, na população afro da América Latina, Caribe e Estados Unidos. Doenças que aumentam o risco de mortalidade por pandemia. Somente no Peru, as pessoas de ascendência africana têm 7% mais doenças crônicas do que a média nacional. E no caso do Brasil, são 20% mais propensas a apresentar sintomas respiratórios graves. Isso não se deve à genética, mas decorre de décadas de disparidades na saúde. Discriminação em hospitais, falta de atendimento em check-ups e atendimento médico, somados à falta de seguro de saúde, geraram essa realidade.
Outro grande problema é que, na América Latina, no Caribe e na África, a população afro-descendente e africana vive principalmente em territórios com pouca ou nenhuma infraestrutura de serviços de saúde, correndo o risco de contrair a doença sem poder receber tratamento ou atenção médica. Sem centros de saúde, muitos são privados do serviço de água em suas localidades, vivendo dia a dia devido à sua situação econômica, não tendo a possibilidade real de se proteger de um inimigo que nos assombra. Tudo indica que, sem políticas e intervenções promovidas pelo governo, reconhecendo o verdadeiro impacto que a pandemia está causando na população afro, a comunidade não poderá enfrentar o COVID-19 da mesma maneira que outros cidadãos. Infelizmente, nos países da América Latina e do Caribe, não há estimativas de mortes por etnia e gênero, o que levanta questões sobre se os governos estão adotando medidas reais no atual estado de emergência, destinadas a reduzir as desvantagens presentes na população afro. E, embora em diferentes países, as organizações afro-presentes tenham implementado seu próprio sistema de monitoramento e controle da saúde, como é o caso de Honduras e Colômbia, as ações dos governos devem ser combinadas para tornar essas medidas mais eficazes.
África, o que acontece e o que poderia acontecer
A expansão do COVID-19 no continente africano não ocorreu como muitos especialistas previram. O Dr. Humphrey Karamagi, líder da equipe de dados, análise e conhecimento da OMS na África, acredita que existem alguns fatores que impedem que a transmissão seja tão alta quanto o esperado. O movimento relativo da população no continente, grande parte vivendo g nas áreas rurais, redes de estradas dispersas, podem estar causando poucas oportunidades de o vírus viajar de pessoa para pessoa, além da idade média no continente e da ausência de doenças como diabetes, hipertensão e obesidade. No entanto, existem muitos outros fatores que podem causar o colapso, mesmo com um pequeno número de infecções, do sistema de saúde dos países africanos. A principal razão é definitivamente a precariedade do próprio sistema. Sem suprimentos médicos, devido ao fechamento das fronteiras, sem testes suficientes para detectar o COVID-19 e com poucos profissionais de saúde, como países como Etiópia, Uganda ou Camarões podem competir contra os EUA ou o Canadá ao comprar ventiladores e medicamentos tão escassos? Além disso, algo que se uniu ao continente é o recente surgimento de epidemias anteriormente controladas pela ausência de vacinas, causadas pelo fechamento de fronteiras em todo o mundo. O ebola atacou novamente o Congo. O sarampo, a cólera e a difteria, doenças previamente controladas, estão ameaçando o continente mais uma vez e, somadas à pandemia, podem desabar hospitais. Mesmo a África do Sul, sendo um dos países mais avançados da região, e apesar de ser o primeiro país do continente a fechar suas fronteiras, é agora o quinto do mundo com mais infecções, 350.000 pessoas. Agora, os hospitais rurais de Nelson Mandela são forçados a escolher quem deve admitir e quem não, por falta de camas. O Dr. John Nkengasong, diretor dos Centros de Controle e Prevenção de Doenças (CDC) da África, disse à CNN: “Ainda não sabemos qual será a intensidade da propagação desse vírus. Embora pareça que já moramos com ele há cinco anos, só moramos com ele por cerca de cinco meses. Ainda há muito a aprender como continente. "
Após a pandemia
Sem dúvida, a comunidade afro está enfrentando grandes desafios. A pandemia não apenas trará a morte, mas também levará aproximadamente 70 a 100 milhões de pessoas à extrema pobreza. Isso aumentará os níveis de desemprego e a exclusão sistemática do sistema educacional para um número ainda não calculado de meninas, meninos e adolescentes, com os afro-americanos atualmente sendo os mais excluídos deste sistema em vários países do mundo. Agora, preocupa-se essas questões e o acesso que a população terá à vacina no momento em que a cura é encontrada, principalmente devido à dolorosa história do racismo médico que foi vivida. Sem a intervenção de medidas de médio e longo prazo de associações civis, governos e organizações internacionais, o COVID-19 aprofundará as desigualdades sociais e aumentará a exclusão da comunidade.
"A vida negra importa" finalmente se torna um grito para a comunidade ficar invisível no mundo.
Comentarios